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Historia de las Canteras en Camargo: cuando el sustento nace de las entrañas de la tierra

Historia de las Canteras en Camargo: cuando el sustento nace de las entrañas de la tierra

Hoy en Radio Camargo, en uno de esos habituales artículos sobre nuestro pasado e historia compartida, os queremos hablar de las canteras y la industria extractiva en Camargo, una actividad económica muy relacionada con el desarrollo económico del territorio, tanto por su vinculación directa como por su repercusión indirecta y auxiliar.

Apuntes que nacen inspirados en una compilación de datos bibliográfica efectuada por el historiador y documentalista Felipe Santiago Sáinz Martínez, colaborador de Radio Camargo, así como de un estudio personal del vecino de Escobedo José Ramón García Arce, que ponen en valor la historia de algunas canteras relacionadas con la famosa piedra ornamental 'de Escobedo'

NOTA: EN LA FOTO DE ESTA NOTICIA IMAGEN DE LA CANTERA DE BILBAO EN ESCOBEDO, UNA ÁREA DE QUE HA SIDO OBJETO DE UN AMBICIOSO PROYECTO DE RESTAURACIÓN AMBIENTAL

EL ESTUDIO DE FELIPE SANTIAGO SAINZ MARTÍNEZ

Este documentalista e historiador sostiene que hasta mediados del siglo XIX en Camargo apenas existía actividad minera e industrial.

La excepción eran algunas tradicionales tejeras y la histórica extracción de caliza en las canteras de Escobedo. Entonces todo comienza a cambiar, en especial por el boom de la minería del hierro. Al nuevo ciclo minero, acompañado de las primeras industrias modernas, se une la explotación intensiva de la roca caliza.

Desde siglos atrás la piedra de Escobedo fue extraída de forma limitada. Pero desde el último cuarto del siglo XIX su demanda aumenta de forma exponencial. Utilizada para la creciente actividad constructiva en la Bahía de Santander, numerosas canteras son puestas en marcha.

A esta demanda para la construcción se une el uso industrial de la caliza desde principios del siglo XX. Por ejemplo, Nueva Montaña la necesita como fundente de su alto horno, y la Electro Metalúrgica de Astillero (actual Ferroatlántica) la utiliza para obtener carburo de calcio. En Camargo, en 1922 la Sociedad Española de Productos Dolomíticos (SEPD), construye su fábrica en Revilla, y muy próxima a ella comienza a explotar la cantera de dolomía de La Calva.

Ante estas nuevas necesidades las canteras dejan de ser familiares, incorporan modos de explotación y plantillas asalariadas que dan lugar a muy importantes cambios socioeconómicos.

La transformación es tal que en los años veinte del siglo XX  existían, solo en Camargo, una decena de canteras. De entre ellas, las de mayor capacidad eran las canteras de La Rasa (Escobedo) y el Mazo (Camargo pueblo) propiedad de José Bilbao, y la de La Calva en Revilla propiedad de Productos Dolomíticos.

Felipe Santiago Sainz cita en este trabajo tesis esbozadas por Gerardo Cueto Alonso en su obra sobre "La promoción patronal de vivienda obrera en Camargo (Cantabria) a mediados del siglo XX"

Nuestro colaborador también hace referencia a la cantera de La Calva que en la actualidad carece de actividad, utilizada para almacenar áridos. Su superficie total es de casi siete hectáreas y sus desmontes alcanzan más de veinte metros de profundidad respecto al nivel del suelo original.

En Igollo y Herrera, la explotación de Canteras de Santander S.A. ocupa más de ochenta hectáreas, incluyendo las áreas de explotación al norte y al sur de la carretera CA-307, y las dos zonas de edificios e instalaciones industriales del noreste y sureste. Es la mayor cantera de Camargo, tanto activa como inactiva, y su crecimiento es especialmente acusado a partir de la década de los años ochenta del siglo pasado. Así lo atestigua la fotografía aérea.

La cantera de Bilbao en Escobedo, fue propiedad del empresario Jose Bilbao y explotada a finales de la década de los veinte del siglo pasado, junto a las de El Mazo (Camargo pueblo) y La Rasa (Escobedo).

EL ESTUDIO DE GARCÍA ARCE

El trabajo de García Arce aborda la historia de alguna de nuestras canteras desde el siglo XIX en el área de 'Camargo Pueblo', y arranca centrándose en un paraje de esta localidad que linda con el vecino pueblo de Escobedo, en la ladera de la  extensión montañosa en su parte oeste, que divide a ambos pueblos y que se prolonga hasta el vecino de Igollo.                                                                                      

Hoy este rincón del pueblo está totalmente cubierto de monte bajo, no muy lejos de la zona en la que se levanta el Restaurante el Tocinero, actualmente en reconstrucción.    

En los años de bonanza económica del siglo XX proliferaban más que nunca por la zona, las pequeñas “canteras o explotaciones” de piedra ornamental o también denominadas de sillería. Y este área acogió una de ellas ubicada en esos mismos  terrenos que fueran propiedad del los Sres. Puente-Fernández, siendo uno de estos D. Pedro él “Tocinero” el que estaba al frente de los mismos, y que a mediados de la década de los años de 1960 puso a renta la explotación a la sociedad compuesta por los Sres. Santiago Trueba, Román Vela, que inicialmente la pusieron en marcha, junto a los Hermanos Bolado-Romate, Feliciano, Victorino y Fidel respectivamente.                                                               

Los Hnos. Bolado Romate, al mismo tiempo también poseían por aquella época empresas del sector de la madera en la antigua colonia Española de Guinea Ecuatorial, donde residían y trabajaban desde 1945, pero no fue hasta la independencia de aquel país en 1969, cuando dejaron atrás todo lo que allí poseían, para regresar a España y ponerse en primera persona al frente de la cantera, comprar unos terrenos adyacentes a la misma y poner en marcha una nueva empresa de nombre “Mármoles el Collao”.

En la empresa se contaba con una de las nuevas máquinas de pulir grandes tableros de mármol, de las primeras llegadas a Cantabria, de nombre 'Massana' . Junto con las otras maquinas, estaban los llamados “Telares”, que servían para cortar en tableros los bloques de piedra que se extraían de la cantera.

De ahí se extraería un tipo de piedra que acabaría siendo conocida, al igual que en el caso de otras canteras vecinas, como “Piedra de Escobedo” por ser todas éstas todas de alrededor de similares características. Se trataba de un tipo de “piedra caliza“ en su composición, diferenciándose entre ellas por tener en el caso de Camargo un dibujo en forma de concha de caracol llamado “caracolillo”, que poseían en más cantidad que las vecinas de Escobedo, dice el autor.

La piedra de esta primera cantera en un principio era de excelente calidad, y de ella se extrajeron buenas piezas de mármol, entre ellas las que fueron a parar a la Universidad de Medicina aquí en Cantabria o distintas obras del País Vasco, a decorar él Sagrario corazón de la capilla del Monasterio del Beato de Liébana, algunos frentes y laterales de Iglesias o Catedral de Toledo y demás interiores en establecimientos públicos como tiendas, establecimientos hosteleros como el bar de Romate en Escobedo de Camargo, etc

El estudio avanza que a medida que los años iban transcurriendo y se iban introduciendo cada vez más en las entrañas de la montaña, la piedra, al igual que les pasó a tantas otras del entorno fue degenerando y cada vez salía de peor calidad, con muchas más vetas y más fácil posibilidad de agrietamiento. Esto terminó haciendo muy complejos los trabajos de transformación, lo que tuvo un negativo efecto en su posterior comercialización y venta.  

A mediados de la década de los 80 fue cuando se puso punto y final a su explotación.

Hoy en día la cantera esta en desuso, pero la nave que fue la “marmolería”, terreno e instalaciones en estado de abandono, fueron adquiridas por el actual propietario D. José Manuel Lisaso Marton mediante la compra en “Escritura de Propiedad” en el año 1987. Fue así como se inició una actividad auspiciada bajo la denominación de “Coquisa, S.L.” que se dedica a la Fabricación, Desarrollo e Investigación (I+D) para los sectores de la construcción y la industria.

La siguiente Cantera o Explotación de similares características a la que alude el estudio de García Arce se encuentra también en Camargo Pueblo , próximo al 'Castillo Medieval' que se encuentra en la misma cumbre, que divide el pueblo de Escobedo con el de Camargo.

El 90% de los bloques de piedra que se extraían se cortaban y elaboraban en  marmolerías de Asturias, siendo esta zona el principal comprador de esta piedra, el resto bien iba para otras de País Vasco y de otros lugares de España.

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Modificado por última vez enMartes, 23 Agosto 2016 19:36
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